Según la mitología griega, cuando Peleo, el padre de Aquiles, se casó con la nereida Tetis, montaron una gran fiesta, pero se les olvidó invitar a Eris, diosa de la discordia (menudo despiste).
Ésta, ni corta ni perezosa y bastante cabreada, se hizo con una manzana de oro del jardín de las Hespérides (unas ninfas que cuidaban un maravilloso jardín más allá de las columnas de Hercules) y escribió una palabra: Kalisté (a la más hermosa).
Menuda bruja. Lanzó la manzana en medio de la boda y claro, Atenea, Hera y Afrodita se disputaron el premio y le tocó a Paris (príncipe troyano) decidir cuál de las tres era la más hermosa: Atenea le ofreció la sabiduría, Hera ser un gran soberano y Afrodita el amor de la mujer más bella del mundo. Y aquí es donde se lió gordísima, porque Paris, jovencito y con las hormonas desbocadas, eligió conceder el premio a Afrodita para obtener el amor de la mujer mas bella. Helena se enamoró del príncipe y se lió la guerra de Troya.
Y todo esto viene a cuento porque de esta pequeña historia nace el significado de KALISTÉ, la más hermosa y que para mí es mi hija, la más hermosa en todos los sentidos y a la que adoro. Este blog crece con ella y espero que muchos mas niños disfruten de su contenido.
Descubrí esta historia tras leer una estupenda novela histórica, OKELA y en la que aparece un personaje llamado Kalisté y que me pareció un nombre precioso y después, al conocer su origen, todavía me gustó mas. Os la recomiendo.